Revalorización del patrimonio cultural marítimo del litoral de la albufera de Son Bou. Acciones arqueológicas para la conservación y difusión del patrimonio paleocristiano de la basílica de Son Bou y de su área circundante (Alaior, Menorca)

El patrimonio cultural marítimo conocido hasta la actualidad de Son Bou, responde a los restos de una basílica paleocristiana que se encuentran en el extremo Este de la playa, en la zona conocida como Ses Casotes, topónimo que recuerda la presencia de construcciones antiguas, a los que se le suman, los de una estructura circular, que dista a unos 35 metros del templo cristiano, situada justo sobre la misma la línea de la costa, muy castigada por la erosión y la acción del oleaje que rompe en ese punto y, que muestra actualmente un estado de conservación muy precario y lamentable.

Tras efectuarse hace algunos años una excavación arqueológica en la estructura circular, se ha interpretado que pudo haberse destinado a la elaboración de salazón de pescado cuando la basílica paleocristiana cumplía su función doctrinal. Las características constructivas de la estructura circular son las típicas y habituales que se utilizan para el procesamiento que transforma el pescado fresco recientemente capturado para la elaboración de distintos productos alimenticios, fundamentalmente salazones y salsas (salsamenta, murex, liquamen, garum). Normalmente, junto a este tipo de instalaciones, se encuentran patios o zonas abiertas que se utilizaban como lugares comunes para el trabajo previo de limpieza de las vísceras dejando solo la carne magra, al despiece y troceado de las partes. Lógicamente, si en realidad esta estructura tuvo esta finalidad, comportaría el trabajo de unos miembros de la comunidad de Son Bou dedicados a la elaboración de alimentos derivados del pescado y de su captura. En Menorca, hasta el presente, no se han documentado arqueológicamente pero sin embargo, nos constan ejemplos de este tipo de construcciones en la costa del levante peninsular y del norte de África.

Las condiciones naturales de Son Bou reúnen unas características muy favorables que propiciaron la aparición de un asentamiento humano estable en este territorio.  La estabilidad permanente de agua dulce debió favorecer las actividades primarias agrícolas y ganaderas del llano de Son Bou, que seguramente debió también aprovechar los recursos marinos de pesca y recolección de moluscos de las inmediaciones costeras y, permitir la explotación pesquera que podría reflejarse en las evidencias arqueológicas que señalan la posibilidad de la elaboración de salazones de pescado en la zona más al este de la costa de Son Bou.

El descubrimiento de la basílica de Son Bou y los primeros trabajos arqueológicos sobre este edificio se efectuaron en los inicios de los años 50 del siglo XX.

Todo parece indicar, que la población circundante al templo, debió dedicarse al arte de la pesca, recolección de moluscos, al cultivo y la ganadería aprovechando unas inmejorables condiciones que ofrecía un paraje que ofrecía la posibilidad del regadío con agua dulce en abundancia y la proximidad a la costa sur más favorable al clima, a vientos calmados y a un apaciguado oleaje.

Un dato interesante que se asocia al topónimo de Son Bou, que se relaciona con las artes de la pesca debe mencionarse en esta parte del anunciado del proyecto.  Para conseguir que la red de pesca se desplazase a mar abierto, eran necesaria la atracción de dos embarcaciones que tirasen de ella lateralmente. El hecho de que fuera una pareja de elementos, la que moviese la red de pesca para arrastrarlo por el fondo del mar, como si dos bueyes araran el lecho marino, podría estar en el origen del nombre bou (buey en castellano) ya que fue en puertos del ámbito lingüístico catalán y valenciano donde se empezó a usar. De hecho, también se utilizaron parejas de bueyes para tirar de la red desde tierra o para varar las embarcaciones en las playas donde no existía un puerto de abrigo, tal es el caso que pudo darse en la playa de Son Bou.

El proyecto ha pretendido dar a conocer la historia del enclave a través del trabajo arqueológico de la zona y su difusión e información a la población local y visitante de los descubrimientos realizados.