Dada la importancia del sector primario en la Isla, quizá no en términos económicos absolutos pero sí en términos relativos y, sobre todo por su enorme incidencia social, es necesario incrementar el apoyo al mismo para no perder, e incluso potenciar, una capacidad productiva de gran relevancia y, también, para mantener la sostenibilidad de un sector primario que, hasta hace bien poco, era el motor de la economía canaria y fuente de su identidad histórica y cultural.